SALVADOR ,EL CAMPESINO

“LARGUESE O LE DEMOSTRARE QUE TENGO BASTANTE DE IGNORANTE,DE ELEMENTAL Y PRIMITIVO ” 
Pedro Jose Donoso.

Siento que se ha hablado mucho del doble papel que hiciste en La Traición, Mario ,del esfuerzo y el logro de conseguir separar dos hermanos gemelos, en una misma persona,sin utilizar más que la psicología de los gestos. 
Pero tú ya habias hecho antes algo parecido.

Para mi ,más difícil aún. Hacer que un mismo cuerpo lo “usen”dos personas y conseguir que el espectador diferenciase,cuando es uno y cuando el otro,por detalles tanto físicos ,como gestuales. 
Un reto ya conseguido en dos ocasiones….cosa que te ha reportado diversos premios y lo que es más importante, la admiración de quien te ve. 
El esfuerzo y el talento al que añades tu magia especial, te han colocado entre los primeros, sinó ,el primer actor del genero de las Telenovelas.

Aquí tenemos a Salvador, un hombre de campo ,avezado al trabajo duro. 
Ha crecido en un pueblecito del que nunca se ha movido. Vive en las afueras con su familia y apenas sale de su rancho. 
Adora a su mujer y a su hijo, aunque no es muy expresivo ni dado a decírselo. Su mujer es más despierta que el……...más comunicativa ,por lo que ella lleva las riendas de todo. 
Le dice cuando trabajar…cuando ir al pueblo a vender la cosecha, cuando y como defender las lindes de sus tierras de vecinos aprovechados ..e incluso cuando bañarse…y él se deja llevar, convencido de que la vida ,es Cantalicia......y aquello que sus ojos abarcan cuando se abren. 
Para Salvador no hay más mundo, ni lo necesita. nunca fue a la escuela, no sabe leer….no imagina que hay otro espacio fuera de su pueblo de Las Cruces.

                                           

Sin embargo lleva días inquieto…algo que no entiende lo ronda. Mientras trabaja , nota una presencia que lo sigue a todas partes. Algo pretende apropiarse de él y no entiende el qué. 
Nos presentaste en una actuación brillante ,un hombre asustado, con los ojos llenos de terror,con un gesto de desconfianza tal que deforma su cara. 
Siempre mirando alrededor…siempre corriendo, pensando quizás que así, puede escapar de su destino. 
Un hombre desaliñado, la forma de caminar o de correr...desigual …encogido , de forma que hasta pareces más bajo. Movimientos torpes, pasos cortos, pies torcidos.
Te metes en el cuerpo de ese Salvador primario que vive para trabajar ,amar, comer, beber y dormir y nos lo haces conocer de una manera magistral. Nos enseñas el modo en que cierra un ojo cuando se concentra o siente miedo…cómo tuerce la boca o cómo arrastra los pies hasta llegar a parecer que cojea ,al correr 
Después de habernos mostrado su desaliño, el poco control que tiene sobre su cuerpo, de pronto ,Pedro José entra en él y en segundos el efecto es maravilloso. Cuando sales de ese ataúd , convertido en Pedro, lo primero que llama la atención son esos ojos: despiertos…asombrados …buscando poder reconocer a la gente y el lugar donde está 
Ojos inteligentes. 
Luego escapa…y entonces vemos que no es Salvador quien se lleva ese cuerpo…en principio los cambios son sutiles, pero se van imponiendo poco a poco. 
El cuerpo se ve firme, estirado, parece más alto….los brazos y las piernas tienen un ritmo común…, ya sus pies no vacilan sino que pisan fuertes y potentes sobre el camino. No hay nada torpe en él. 
Para alguien poco observador, es el mismo cuerpo desarrapado,sucio,con greñas y barba poblada…pero tú, Mario…le has dado ,con simples gestos la fuerza, la gallardía y la inteligencia de Pedro Jose Donoso.

                                              

A partir de ahí, cada vez que los dos personajes intercambien el cuerpo, ya no quedará nadie que no sepa quién es quien…sólo fijándose en esa mirada. 

Ninguno de los dos es mejor que el otro ..y en tus manos son como la arcilla. 
Los moldeas con un talento extraordinario, con gestos de una sutileza fantástica….sin aspavientos…sin sobre actuaciones.

 A base de trabajo , de entender la psicología de cada uno de ellos y aplicarla con la magia que distingue a los grandes actores.
Mirar esa pelea con el matón, en la que involucran a Salvador, perdido y asustado y ver como intenta defenderse ,a lo bruto, sin control.. y la diferencia en milésimas de segundo, en cuanto Pedro entra en su cuerpo. 
Toma posesión, mira controlando donde está ….. tensa el cuerpo, crece y ya ni un solo musculo se mueve sin la precisión que él le impone . Realmente , Mario Cimarro……nos has hecho recorrer una historia maravillosa de dos hombres que luchan por un cuerpo, por el mismo motivo: EL AMOR. 
Pedro José lo necesita para regresar de la muerte ..porque el amor lo empuja a buscar a su familia desde el mas allá. 
Y Salvador quiere recuperarlo , porque el amor por su familia ,es igualmente poderoso y su mujer y su hijo ,son todo su mundo
SALVADOR, el campesino.....bruto en el trabajo, bruto en el amor....Mientras su cuerpo se resiste a la posesión de Pedro José ....su mirada nos traslada el terror y la impotencia. 
Un hombre torpe, analfabeto, pero un héroe como tantos otros a lo largo del mundo…héroes silenciosos e insignificantes que encadenan un día con otro, cumpliendo con la vida que les toca vivir, sin dar importancia a los esfuerzos que hacen para sobrevivir. 

Mario… 
Cómo siempre ha sido un reto recorrer aquello que haces con toda el alma……actuar. 
Un reto ,que no un trabajo....porque para mí es un lujo haberte encontrado y poder admirar aquello que nos regalas desde lo más hondo de tu corazón. 

Salvador será siempre un personaje inolvidable por aquellos sentimientos que ha despertado...la angustia,la ternura,la inocencia,el afecto, la calidez, el orgullo por tu maestría…… y los que despierta cuando Pedro Jose lo toma....el arrebatamiento, la pasión , la admiración más absoluta ,porque supiste darle a la perfección ,aquello que se pretendía en el titulo....un cuerpo del deseo………ser el cuerpo más deseado. 
Me rindo ante tu magia, desde el principio y para siempre. OLICE